Cuenta con una historia antigua cuyas raíces se extienden en el corazón de la montaña.
El hotel San Francesco Al Monte es el resultado de un proyecto rehabilitado y convierte el ala izquierda del antiguo monasterio de Santa Lucia al Monte, construido por el arquitecto Luciano Raffin.
El monasterio data del siglo XVI y empezó con la primera celda individual que el fraile Augustine Miglionico de la Orden de los Frailes minores conventuales, también conocido como el “Barbanti” por sus largas y fluidas barbas, excavó en el lado de la colina de San Martino, en una zona aislada conocida como la montaña. Durante el trascurso del tiempo, la primera celda se convirtió en la Iglesia de Santa Lucia Vergine e Martire, y un complejo religioso más extenso y organizado que creció junto con éste en el lado de la colina.